Las empresas familiares representan en la actualidad las tres cuartas partes de las empresas globales. Por tanto, son claves en la estructura económica de un país, ya sea como generador de empleo o como aportantes al PBI de cada nación.
Sin embargo, para perdurar de manera competitiva en el tiempo deben enfrentar dos grandes desafíos: la continuidad y profesionalización.
¿Cómo hacer para que una empresa pueda continuar sin su fundador? ¿Cómo realizar el traspaso de las responsabilidades a otras personas de la familia o terceros? ¿Cómo garantizar el éxito de la empresa sin perder de vista la visión y cultura debido al cambio generacional? ¿Por qué es importante tener un plan de sucesión?
Es la primera generación de la empresa. La mayoría de las decisiones que toman suelen estar mezcladas de aspectos laborales y afectivos. Los lazos de afecto están establecidos con trabajadores que ayudaron a crecer a la empresa y, a la vez, crecieron junto con ella. En el proceso, estos colaboradores suelen haber alcanzado puestos de mayor responsabilidad en la organización.
Cuando los fundadores se enfrentan al proceso de sucesión o de cambio generacional, la administración que está por entrar puede encontrar que los clásicos trabajadores no tienen las credenciales necesarias para los actuales requerimientos de sus puestos.
Es importante mencionar que los directivos de las empresas familiares son conscientes que los cambios son necesarios, pero les preocupa que los nuevos aires no consideren el enfoque de calidad, agilidad y flexibilidad que solieran impregnar en la fundación de sus compañías.
La sucesión no es solo una actividad de traspaso de actividades, sino que se trata de un proceso continuo y dinámico, que se va realizando de manera paulatina. En ese sentido, es una transferencia de responsabilidades, actividades y poderes hasta alcanzar un punto de traslape, en que la siguiente generación ya se encuentra lista para continuar de manera independiente.
Principalmente existen 3 posibles impactos al realizar el traspaso:
Los conflictos de sucesión generan no solo impacto en el aspecto laboral, sino también en el aspecto familiar, por lo que deben ser canalizados con mucha paciencia y delicadeza.
Para elegir al sucesor, se recomienda realizar evaluaciones objetivas en base al conocimiento, experiencia y perfil de los herederos, de manera que se elija al que más se adapte a las necesidades del puesto y del negocio.
Establecer un protocolo familiar o plan de sucesión, permitirá que el proceso de transición sea más llevadero entre todos. Esta herramienta, usualmente permite plasmar los requerimientos y acuerdos entre el fundador y sus herederos que formarán parte del negocio. El protocolo familiar debe ser firmado y acordado por todos los involucrados.
Los pasos sugeridos para poder tener un plan de sucesión son los siguientes:
Es muy importante que este proceso sea acompañado por un asesor/coach organizacional para poder brindar apoyo en momentos de discusión, conflictos y ante diversos puntos de vista.
Cada protocolo familiar y plan de sucesión es propio y único en cada empresa, no existe un estándar que se deba seguir.
Por: Jessica Romero
© 2021 JPPartners. Todos los derechos reservados.
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